En los meses desde que fueron llamados de nuevo en las oficinas del distrito tres años después de trabajar remotamente, varios empleados del Distrito Escolar Unificado de San Diego se han quejado con el estado respecto a las condiciones de trabajo insalubres e inseguras en la sede del distrito, el Centro de Educación Eugene Brucker en University Heights.
Los empleados afirman que el Centro Educativo, que tiene 70 años, carece de aire acondicionado, huele a moho y está infestado de cucarachas y hormigas. Las paredes y puertas de los baños son tan bajas que la gente puede ver por encima de ellas, dicen. Y algunos empleados dijeron que un día tuvieron que acudir a urgencias tras verse expuestos a un pesticida que se había rociado en la oficina.
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Estos problemas han fomentado las peticiones de algunos empleados del distrito para una opción de trabajo híbrido que les permitiría trabajar desde casa parte del tiempo —una opción que los líderes del distrito estaban haciendo planes para ofrecer, antes de que cambiaran de rumbo.
Cientos de empleados del Distrito Unificado de San Diego trabajan en la oficina central del distrito, en áreas que van desde la inscripción a la contratación de recursos humanos. Esta opción híbrida permitiría a los empleados que trabajan para la oficina del distrito y no trabajan regularmente en las escuelas o con los estudiantes trabajar a distancia tres días a la semana.
Cuando se produjo la pandemia, los empleados del distrito fueron enviados a casa para trabajar de manera remota. El “ programa piloto” de trabajo a distancia de la oficina del distrito finalizó técnicamente en julio de 2022, según el distrito, pero los empleados no tuvieron que volver a la oficina hasta este mes de agosto.
Los líderes del distrito habían redactado un borrador de reglamento para hacer del trabajo híbrido una opción permanente y pidieron a los empleados en septiembre de 2022 su opinión. Al personal se le dijo que el distrito estaba buscando implementar la política híbrida el 1 de enero, dijo Donis Coronel, director ejecutivo del sindicato que representa a los administradores del distrito. Su sindicato apoyó la política y fue una de las dos unidades de negociación con los miembros que habrían sido elegibles.
Los empleados dijeron que no supieron nada más hasta julio, cuando los miembros del gabinete del superintendente les dijeron que tenían que volver al trabajo presencial antes del 16 de agosto. Los empleados se opusieron, y 276 miembros del personal firmaron una carta instando al distrito a cumplir sus planes anteriores para el trabajo híbrido, diciendo que el trabajo a distancia beneficia el bienestar de los empleados y el medio ambiente.
“Cometieron algunos errores en el camino”, dijo Coronel de los líderes del distrito. “Sacar un borrador, y luego no seguir adelante con él, creó una falsa sensación de que iba a haber un programa, y no lo hay”.
En respuesta, el Jefe de Negocios Drew Rowlands dijo al personal en una carta en septiembre que un esquema híbrido “no era posible”, culpando al trabajo a distancia por “la falta de cohesión del equipo, los silos y la desconexión entre el personal.”
Pero varios empleados dijeron que el trabajo a distancia había mejorado la moral, ahorrado tiempo de transporte y emisiones y no había perjudicado la calidad de su trabajo.
Al volver al trabajo presencial en agosto, al menos dos empleados del Centro de Educación presentaron quejas a la División de Seguridad y Salud Laboral del estado, conocida como Cal/OSHA, sobre los baños, la falta de aire acondicionado y las cucarachas.E
Este mes, media docena de empleados hablaron en una reunión del consejo escolar para instar a los líderes del distrito a adoptar una política de trabajo híbrido.
“Hemos demostrado el éxito del teletrabajo”, dijo Carmen Peralta, especialista en contratos del distrito. “Mantengan su compromiso no solo con nosotros, sino con su entorno, aplicando su política de teletrabajo”.
“Pasé de trabajar en una oficina en casa tranquila, limpia y con aire acondicionado a trabajar en un entorno laboral inseguro e insalubre en el Ed Center”, dijo en la misma reunión Marisa Berumen, que trabaja en la oficina de comunicaciones del distrito.
En respuesta a las quejas, la coordinadora de seguridad del Distrito Escolar Unificado de San Diego, Lori Sherman, dijo a Cal/OSHA que no había ningún problema con las cuestiones alegadas. Ella dijo que los separadores de los baños y las puertas son de 5 pies de altura y “proporcionan suficiente privacidad”.
Dijo que el distrito no encontró ningún problema de cucarachas, que el personal de control de plagas estaba trabajando para resolver los problemas, y que se ha pedido a los empleados que no guarden comida en su lugar de trabajo para evitar atraer insectos.
En cuanto al aire acondicionado, Sherman señaló que hay cinco salas de “zona fresca” climatizadas que el personal puede utilizar en los días calurosos. Sin embargo, los empleados afirman que estas salas no siempre están disponibles, lo que les obliga a trasladar sus equipos informáticos y rotar entre los espacios disponibles.
Richard Barrera, miembro del consejo escolar desde hace muchos años, reconoció que el Centro de Educación “es un lugar horrible para trabajar”.
“Lleva varios años en pésimas condiciones”, dijo Barrera.
La única financiación que el distrito podría utilizar para reemplazar la sede es el dinero del bono aprobado por los votantes, dijo Barrera. Pero dijo que los líderes del distrito habían evitado durante años incluir el Centro de Educación en las medidas de bonos, porque los votantes podrían ser menos propensos a apoyar proyectos para beneficiar a la administración del distrito que para las escuelas.
No fue hasta 2018 que el distrito incluyó por primera vez planes para una nueva sede en una medida de bonos, que obtuvo la aprobación de los votantes, dijo Barrera. Al año siguiente, el distrito utilizó el dinero del bono para comprar un sitio de 8 acres en Kearny Mesa para una nueva sede.
Los empleados del Centro de Educación, así como sus centros de administración en Old Town y Linda Vista, con el tiempo se trasladará a la sede de Kearny Mesa. Sin embargo, no se espera que la nueva sede esté terminada hasta dentro de tres años.
